HISTORIA
DE SPEED DATING.
En una de las tantas juntadas de
amigos, donde nos reunimos para comer, tomar hasta reventar y de hablar de
aquellas historias que se han contado mil veces y siempre terminamos riéndonos.
En nuestro grupo selecto somos seis amigos, dos casados, dos medio casados y
quien les escribe y el Pedro somos los solteros codiciados de la manada. En
realidad dos solterones ya que Pedrito tiene 44 y yo 38 años. En un momento,
Pedro empezó a contar que conoció a una chica por intermedio de un grupo de que
se dedica a las Speed Dating o Citas rápidas, relato que fue una experiencia
sumamente nueva y divertida. El sistema consistía en una reunión de 8 mujeres y
8 hombres en un Púb acondicionado para la ocasión, donde llegas a tener
minicitas de unos 7 minutos con cada chica del lugar y así poder llegar a conocer alguien de tu interés. Yo lo
escuchaba con mucha atención y notaba su entusiasmo en cada detalle, entonces
me pregunte ¿por qué no probar?, no tengo nada que perder y sería una
posibilidad de conocer y ampliar mi agenda amorosa. Entonces le corte de golpe
el relato y le pregunte cuando sería la próxima reunió, el contesto que era el próximo
Sábado y si quería que lo acompañara. Con casi un grito le dije que si.
Después de esperar tres días,
llego el Sábado, nos aprontamos con nuestras mejores pilchas y nos encajamos
medio litro de perfume. Así como dos muñequitos de torta arrancamos para el Púb.
Al llegar nos ofrecen un whisky para entrar en ambiente, en esos momentos
empezamos a junar las chicas que estaban llegando, no les voy a negar había
para todos los gustos gordita, bajita, flaca, fea, fea que se creen linda, con
pinta de loca y no puede faltar aquella que al entrar todas las miradas babosas
y murmullos lujuriosos caen sobre ella. Ya por comenzar nos explican un poco de
las regla y el tiempo que tenemos con cada cita, a continuación paso a
contarles 4 de mis ocho citas para que puedan vivir mi experiencia.
Mi primera minicita fue con Cindy
de 34 años, físicamente era una chica dotada con una buena delantera, eso me lo
hicieron saber mi ojos. No era nada del otro mundo, pero se dejaba gustar,
hasta que empezó hablar, por dios no me dejaba pasar ni un aviso. Los 7 minutos
de las cita hablando de sus fracasos y frustraciones amorosos, la verdad
deseaba que esos minutos pasaran volando o me iba terminar por dar un colapso.
Después de mi primera experiencia
traumática, contunie con una chica llamada Julia, era una chica linda,
delicada, 32 años. Empezamos hablando y se notaba su fineza, en síntesis una
re-cheta, lo único que le interesaba era en donde laburaba, si tenia auto,
casa. Todo eso, lo cómico que le termine mintiendo, ya que no le conté que era
un pelotudo de 38 años que vivía con la madre y trabajaba paseando perros, así
la fui llevando hasta el final.
Dicen que la tercera es la
vencida, no fue mi caso, era el turno de Mónica 30 años. En el momento que se sentó
quedo roja como un tomate, ni hola me dijo de la timidez que tenía, le pregunte
si estaba bien y lo único que hizo fue mover la cabeza. Fueron los 7 minutos mas
largos de mi vida., ese lapso de tiempo hablamos 8 palabras, un desastre.
Llegue a mi ultima cita y no había
conocido a nadie que me gustara y se ve que nadie se había interesado en mi.
Era el turno de Yolanda, 28 años, no tenia una figura uniforme tenia mucho en
todos lados. Ella estaba entregada igual que yo, entonces pensé ¿Qué pierdo?, y
le dije de frente si quería pasar la noche conmigo. Ella me contesto que era lo
que había buscado toda la noche. Y así termina mi experiencia en speed dating.
No conseguí el amor de mi vida, pero esa noche no dormí solo.